20.6.08

Rincon de la Iglesia

20/06/08, Callosa d´en Sarriá

Confirmaciones en la Parroquia de San Juan Bautista de Callosa D´ En Sarrià.

Un año más, este sábado 21 de junio a las 20 hrs. nuestra parroquia de San Juan Bautista se alegra por los 19 jóvenes que quieren confirmar su fe cristiana, se han estado preparado durante un tiempo y así como se va desarrollando la persona física, también nuestra vida espiritual va madurando.

Si un día la responsabilidad de la fe era de nuestros padres y padrinos, en el bautismo, ahora este grupo de jóvenes será responsable de sus propios actos y profesarán solemnemente su fe cristiana, que debe llevarles a un compromiso con la comunidad parroquial para defender de palabra y con sus obras la verdad de Jesucristo resucitado.

La Confirmación prolonga, por tanto, el misterio bautismal y ahonda en él. Es el sacramento que lleva el Bautismo a su plenitud. Esta plenitud y continuidad se manifiestan en los textos bíblicos elegidos para la liturgia de la Palabra de ambos sacramentos y en el desarrollo del rito, por ejemplo, en la crismación posbautismal, que enlaza ambos sacramentos, y se omite cuando se suceden inmediatamente.

El sacramento del Espíritu ha de estar en el centro de todo ejercicio de caridad, oración, asesis, comportamiento cristiano en la Iglesia y ante el mundo, revisión de vida individual y comunitaria… <>. En este Espíritu ha de radicar, de forma peculiar, una de las actividades más decisivas en la Iglesia de hoy: la discreción de espíritus, individual y colectiva, sobre los signos de los tiempos.

Parece que hablar hoy del Espíritu, y, por consiguiente, del sacramento de la Confirmación, se hace especialmente difícil. El hombre actual vive situaciones que parecen bloquear su sensibilidad espiritual, acceso indispensable para una vivencia del Espíritu. Lo más contrario a esa sensibilidad espiritual es la mentalidad materialista. Valoración absoluta de lo útil y práctico. Supravaloración del tener sobre el ser.

No es posible vivir en el Espíritu sin una cuidada vida interior. Para ello es necesario desarrollar nuestra capacidad de introspección mediante el silencio, la reflexión y la plegaria.

Es conveniente no hablar de <> para recibir el sacramento de la Confirmación. Y mucho menos es aconsejable establecer con carácter normativo una edad mínima, ya que las circunstancias pastorales concretas pueden favorecer una dilación. Por eso es mejor sugerir los capitales criterios que deben tenerse en cuenta para discernir el momento de la Confirmación.

Se trata de alcanzar la mayor maduración de fe posible, según las circunstancias, sin alterar ni el desarrollo normal de la catequesis ni la dinámica intrínseca de los tres sacramentos de la iniciación: Bautismo, Confirmación y Eucaristía, tal como la ha concebido siempre la Iglesia.

Pbro. Javier García Barrera, CORC, Párroco de San Juan Bautista, Callosa D’ En Sarriá.

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