19.9.08

Actualidad Religiosa .La enfermedad no resta dignidad a la persona.Nos une más a Cristo.


19/09/08, Callosa d´en Sarriá

En uno de los momentos más emotivos de su viaje a Francia, el Papa Benedicto XVI presidió la Eucaristía en el Santuario de Lourdes ante miles de enfermos. En su homilía les recordó que la enfermedad no les resta dignidad y que “la presencia de Cristo consigue romper el aislamiento que causa el dolor”.
Benedicto XVI recordó que el sufrimiento padecido rompe los equilibrios mejor asentados de una vida, mina los cimientos fuertes de la confianza, llegando incluso a veces a desesperar el sentido y el valor de la vida. Es un combate que el hombre no puede afrontar por sí solo, sin la ayuda de la gracia divina.
Cuando la palabra no sabe ya encontrar expresiones adecuadas, es necesaria una presencia amorosa para aquellos que sufren a través de la enfermedad y buscamos la cercanía de los parientes o de aquellos a quienes nos unen lazos de amistad, pero también la proximidad de aquellos más íntimos por el vínculo de la fe. En muchos de los casos los enfermos terminan más consolados que sus mismos familiares, pues los mas cercanos se desbordan en atenciones haciendo la caridad como Cristo lo hizo en muchas ocasiones, aunque esto debilite también a aquellos que les cuidan, a veces terminan más enfermos y agobiados que los inicialmente amenazados por la enfermedad.
Cristo presto una importancia y solicitud a todos los enfermos, les curaba y devolvía la salud, la vida. Para cada enfermo el sufrimiento es extraño, su presencia poco se puede reducir, por eso el sacramento de la Unción consiste en acoger en sí a Cristo médico. Sin embargo, Cristo no es médico al estilo del mundo. Para curarnos, Él no permanece fuera del sufrimiento padecido; lo alivia viniendo a habitar en quien está afectado por la enfermedad, para llevarla consigo y vivirla junto con el enfermo. La presencia de Cristo consigue romper el aislamiento que causa el dolor. Al recibir la Unción de los Enfermos, no queremos otro yugo que el de Cristo, fortalecidos con la promesa que nos hizo de que su yugo será suave y su carga ligera.

Pbro. Milton Hernán Velásquez Díaz, CORC.
Párroco de Santa Bárbara, Tárbena
Párroco de San José, Bolulla
Vicario de San Juan Bautista, Callosa d´en Sarrià

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