10.7.09

A mi aire. Un corte de mangas


Por Saz Planelles
El artículo 426 del Código Penal establece que es un delito que los cargos públicos reciban regalos. Desde luego, un artículo obsoleto, y más en un país como España, donde los agasajos en forma de especie están a la orden del día. Quién no ha recibido en algún momento un regalo. El profesor que reciben un reloj de la clase de 1.º de Bachiller para despedir el curso; el periodista al que en Navidades le llenan la bodega con vinos y viandas recibidas de todos los Ayuntamientos de la comarca, sean del color político que sean; el juez estrella al que le  regalan un traje de charro y le invitan gratis total a cacerías en compañía de ministros que tampoco pagan un chavo por sus disparos; el presidente de Gobierno al que le surten de anchoas a tutiplén; el médico de la Seguridad Social al que la señora Juana le obsequia con una caja de nísperos o de naranjas… Y así hasta el último peón de la escala social de esta nuestra España. El que esté libre de culpa, que tire la primera piedra. El agasajo y obsequio forma parte de la idiosincrasia española, y si se aplicase a rajatabla el artículo 426 del Código Penal, en el que no se establece el importe del regaló, sino el hecho contemplado, estaríamos más en el talego que fuera de él. Pero la cosa se “enguarrina” cuando entran en liza los políticos. Sobre todo esos políticos de Segunda B que nunca consiguen ganar en las urnas y con arteras formas intentan cambiar el mandato de los ciudadanos. Basta con poner en marcha la controlada pinza mediática para que hacer ver la paja en el ojo ajeno obviando la viga en el propio. Es lo que se intentó y se intenta hacer con las comunidades de Madrid y Valencia, principales graneros de votos del PP que pueden ser decisivos dentro de tres años para desalojar a Rodríguez Zapatero de la Moncloa. Lo saben, por eso todo vale y el fin justifica los medios. Se intentó organizando una trama de “espías” en los que se pretendía dividir al Partido Popular de Madrid enfrentando al alcalde, Alberto Ruiz Gallardón, con la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre. El asunto fue jaleado por las plataformas mediáticas de propaganda del PSOE hasta que las aguas volvieron a su cauce. Ahora se intenta la misma jugada con Francisco Camps en Valencia por unos cortes de tela con los que se han hecho unos trajes. El secretario general de los socialistas valencianos, Alarte, al que sólo conocen en su casa a la hora de comer, está viviendo sus momentos de gloria y adquiriendo relevancia gracias a los retales, como si él no hubiera recibido en ningún momento una caja de nísperos, pongo por caso. Y mientras este asunto ocupa portada en los diarios y abre los informativos de radio y televisión, en el tejido productivo de nuestro país se han enquistado cuatro millones de parados. El Fondo Monetario Internacional anuncia que ve “brotes verdes” en la economía global, sobre todo en Estados Unidos, pero no en España, que comenzará a remontar la crisis a finales de 2010 ó en el primer trimestre de 2011. El presidente del Gobierno sigue instalado en la subida de impuestos y no cede a los consejos de los que saben para que tome medidas para cambiar el mercado de trabajo y hacer más productivas a las empresas… Así están las cosas, y nosotros preocupándonos por unos cortes de tela. Un corte de mangas es lo que nos merecemos.

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