1.9.11

La Veu del Poble, Mi abuela Pura. Fiestas de San Ramón, Chirles

Por Juan Enrique Ronda Camallonga

Como cada año, a finales de Agosto se celebran las fiestas de Chirles en honor a San Ramón Nonato. Los vecinos adecentan sus fachadas, engalanan sus calles con banderas y luces y el pueblo rebosa alegría e ilusión. Son días de familia, de amigos, de recordar a los que ya no están con nosotros y por supuesto, como manda la tradición, el día 31, de bendecir a las futuras mamás y de ofrecer a los recién nacidos a San Ramón para que los proteja de cualquier mal.

Este año para mí será diferente, pues ya no estará mi yaya Pura. Recuerdo lo que le gustaban estas fiestas. Recuerdo arreglarnos para ir a Misa. Recuerdo la casa llena de gente, mis padres, hermanos, tía, primos, abuelos, y todo el que quisiera venir a celebrar las fiestas con mi familia. Recuerdo las cenas que hacíamos en medio de la calle. Recuerdo el día de los disfraces. Recuerdo la ilusión que le hacía traer a sus amigas de Callosa a comer un día de fiestas. Recuerdo su mirada, su cariño, sus consejos.
Recuerdo las últimas fiestas que vino, hace dos años, en el 2009. Recuerdo como llevaba a mi hijo Héctor, con apenas dos meses, para presentárselo a San Ramón. Recuerdo su amor, su sonrisa. Recuerdo como recordaba a su Enrique, mi abuelo, diciéndome lo orgulloso que estaría de vernos y de ver a sus biznietos. Recuerdo que el año siguiente ya no pudo venir, no tenía fuerzas la pobrecita. Recuerdo que le puse una vela a San Ramón.
Son tantos los recuerdos yaya, que por ellos, este año no estaremos en fiestas de San Ramón. Tu casa, esa que compró tu padre Joaquín y en la que viviste tu juventud, permanecerá cerrada. En tu honor, montaremos, conforme lo hacíais la mamá y tú todos los años, la mesa altar en la calle para la procesión del Santísimo. Recuerdas, junto a esa mesa, te hice una foto con mi hijo en tus últimas fiestas de San Ramón.
Que falta me haces yaya. Tu y yo teníamos una conexión especial, eras mi madrina. Añoro tus besos, tus consejos, tu sonrisa. Añoro tu amor. No hay día que pase por las Cuatro Carreteras, que mis ojos inconscientemente no se giren hacia la ventana donde tú siempre estabas y en ese momento me acuerdo que ya te has ido.
Yaya, las campanas ya suenan, las calles están llenas de luces, se nota alegría en el ambiente, las fiestas en honor a San Ramón ya están aquí. Viva San Ramón.

En recuerdo a mi abuela Purificación Sanchis Orts.

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