27.10.11

Los últimos de Filipinas. Vivir del cuento... Socialista


Por Dario Samaniego

Recientemente tuve una conversación muy interesante con una concejal del Partido Popular de una población de características semejantes a Callosa d´en Sarrià, pero en Andalucía. El asunto principal versaba sobre la capacidad de algunos agricultores andaluces de esquivar la ley y acudir a la “recogida” con el mínimo de obligaciones fiscales. Ni que decir tiene que muchos de éstos agricultores no tienen problemas en contar con personal ilegal trabajando, lo que reduce aun mas su gasto, incrementando el beneficio. La cultura del “mangoneo” instalada en Andalucía cuenta, al parecer, con el visto bueno de sus autoridades, que se empeñan en mantener las malas costumbres del PER, así como otras prácticas que no ayudan más que a envilecer mas el sector. Afortunadamente, como en todo, existe muchas honrosas excepciones. Pero estas excepciones son las que se perjudican mas por el “laisser faire” del gobierno socialista. Un ejemplo de esta política del diferente rasero es el tratamiento que los inspectores tienen hacia los agricultores andaluces en plena recogida (de la aceituna, por ejemplo), en comparación con el tratamiento que sufre el campo alicantino, y en especial nuestra querida tierra, que año tras año se ve acosada por esta suerte de comisarios del miedo que gustan en mantener “la tensión” hasta finalizadas las campañas más importantes de la zona. Las multas que aqui acostumbra a pagar el agricultor local son cosa de ficción en otros lares más favorecidos por el socialismo “justo” e “igualitario”. Está visto que la ideología que se dice de la igualdad, aquí ni lo es ni lo pretende.

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