Es frecuente encontrar padres que piensan que no es necesario cuidar y tratar los dientes de leche, porque van a durar pocos años y serán sustituidos por otros nuevos. También es muy común que existan dudas sobre la edad y la secuencia en que los dientes van apareciendo en la boca del niño, y cuándo se realiza el momento del recambio.
El primer aspecto fundamental, es la importancia estética que conlleva tener una correcta forma, color y colocación de los dientes; todo ello, determinará un desarrollo positivo de la autoestima del niño. En segundo lugar, cada grupo dentario tiene una función concreta, desde cortar los alimentos (incisivos y caninos) a triturarlos (molares); la pérdida de una o más piezas puede influir en el aprendizaje de la función masticatoria y la calidad de la misma; es decir, si el niño no realiza correctamente la masticación, puede haber un alargamiento del periodo de la alimentación blanda, con el consiguiente déficit de nutrientes. La etapa de la niñez es importante porque se han de introducir los distintos grupos de alimentos de la pirámide nutricional, que condicionará en gran medida el correcto crecimiento y desarrollo del niño.
En cuarto lugar, hay que destacar la importancia de los dientes de leche para realizar una correcta fonación, pues en esta etapa los niños aprenderán a hablar; si faltara alguna pieza, para el niño sería muy complicado la pronunciación de algunas letras como, L, C, D, T entre otras.
En quinto lugar, una de las causas más importantes en la pérdida de dientes de leche es la caries. La caries es un proceso que avanza rápidamente, pudiendo alcanzar el nervio en poco tiempo y provocar sintomatología dolorosa e inflamatoria (flemones). Si la infección no se trata prematuramente, podría acabar afectando a las piezas que se están formando debajo y los que en un futuro constituirán los dientes definitivos.
Aunque evitar el dolor ya es un motivo suficiente para conservar la salud dental, la primera acción preventiva es la información a los padres, y la participación activa en la higiene bucal de los hijos. Debemos tratar de establecer rutinas de limpieza bucal adaptadas a las distintas edades, así estaremos creando un hábito muy saludable que les servirá a lo largo de toda su vida. Es necesario también, establecer otras medidas preventivas como la dieta baja en azúcares y la reparación de las caries ya existentes, para que los dientes de leche puedan cumplir su función correctamente hasta que llegue el momento del recambio. En las revisiones rutinarias, su odontólogo puede ayudarle a preparar las pautas y la técnica correcta de higiene dental, así como la elaboración de una dieta saludable libre de azúcares.
Para más información:
Cristina Puigcerver Savall.
Clínica Dental
Avd. del Mediterráneo 1 - Puerta 4
Benidorm. Tlf 617 00 11 67
El primer aspecto fundamental, es la importancia estética que conlleva tener una correcta forma, color y colocación de los dientes; todo ello, determinará un desarrollo positivo de la autoestima del niño. En segundo lugar, cada grupo dentario tiene una función concreta, desde cortar los alimentos (incisivos y caninos) a triturarlos (molares); la pérdida de una o más piezas puede influir en el aprendizaje de la función masticatoria y la calidad de la misma; es decir, si el niño no realiza correctamente la masticación, puede haber un alargamiento del periodo de la alimentación blanda, con el consiguiente déficit de nutrientes. La etapa de la niñez es importante porque se han de introducir los distintos grupos de alimentos de la pirámide nutricional, que condicionará en gran medida el correcto crecimiento y desarrollo del niño.
En cuarto lugar, hay que destacar la importancia de los dientes de leche para realizar una correcta fonación, pues en esta etapa los niños aprenderán a hablar; si faltara alguna pieza, para el niño sería muy complicado la pronunciación de algunas letras como, L, C, D, T entre otras.
En quinto lugar, una de las causas más importantes en la pérdida de dientes de leche es la caries. La caries es un proceso que avanza rápidamente, pudiendo alcanzar el nervio en poco tiempo y provocar sintomatología dolorosa e inflamatoria (flemones). Si la infección no se trata prematuramente, podría acabar afectando a las piezas que se están formando debajo y los que en un futuro constituirán los dientes definitivos.
Aunque evitar el dolor ya es un motivo suficiente para conservar la salud dental, la primera acción preventiva es la información a los padres, y la participación activa en la higiene bucal de los hijos. Debemos tratar de establecer rutinas de limpieza bucal adaptadas a las distintas edades, así estaremos creando un hábito muy saludable que les servirá a lo largo de toda su vida. Es necesario también, establecer otras medidas preventivas como la dieta baja en azúcares y la reparación de las caries ya existentes, para que los dientes de leche puedan cumplir su función correctamente hasta que llegue el momento del recambio. En las revisiones rutinarias, su odontólogo puede ayudarle a preparar las pautas y la técnica correcta de higiene dental, así como la elaboración de una dieta saludable libre de azúcares.
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