EL RACO DEL LLAURADOR. FALTA DE LÓGICA

Para esta época del año, los empresarios agrícolas de la provincia de Alicante ya tendríamos nuestros campos plantados de maíz, berenjena, tomate, cebolla,…. Sin embargo, la falta de previsión acerca de las cantidades de agua que dispondremos para regar, sumada a los múltiples problemas que soportamos como los bajos precios en origen, ha provocado una reducción de las superficies cultivadas o, incluso, que algunos productores hayan decidido posponer las labores para los años venideros.
  El tema del agua nunca ha dejado de ‘llevarnos de cabeza’, pero conforme ha avanzado el tiempo, la situación ha empeorado. La sequía se suma a que esta misma semana amanecimos con la lamentable noticia de que el Gobierno iba a recortar el trasvase Tajo-Segura. Poco más tarde, los mandatarios del Ministerio de Agricultura se mostraron proclives a negociar y atender las necesidades hídricas de la provincia. Hoy no, mañana sí, pasado tal vez.
  Desconozco los motivos que impulsan a aprobar mediante ‘decretazos’ cambios que atentan contra lo que ya está consagrado y que costó décadas de conseguir. Lo único que debería tenerse en cuenta en la decisión de los traspasos de agua es la objetiva  ‘regla de explotación’ del trasvase, recogida en el propio plan hidrológico de cuenca del Tajo, ya que preserva sus derechos y establece caudales mínimos para que no sufra daños ambientales con las cesiones.
  La citada regla recoge que cuando la situación es de nível 2, tal y como sucede ahora, las cantidades a traspasar tendrán que ser decididas por la Comisión Central de Explotación y podrán ser de hasta 38 hm3 al mes. Durante el primer cuatrimestre, se han trasvasado 121 hm3. No comprendemos por qué quieren impedir el traspaso de lo que nos falta y pertenece, pero mucho habrá tenido que ver el informe presentado por la Confederación Hidrográfica del Tajo respecto a la situación a la que se llegará en septiembre, mes en el que culminará el año hidrológico. El resultado de su análisis ha sido aprovechado para presionar e intentar que no nos lleguen los aportes. Sin embargo, me reitero, no es lógico. El nivel al que llegarían, incluyendo lo que deben ceder, no cambiaría respecto al actual. No aumentaría la alarma.
  Sin embargo, la Confederación ha manido otro sistema diferente al de la regla de explotación para reducir los aportes estipulados a menos de la mitad. ¿Y eso? Estos chicos necesitan que alguien les pare los píes cuanto antes y no que apremien su comportamiento, que atenta contra lo establecido bajo un criterio técnico. En ciertos temas de la vida, no son los representantes de turno los que deberían decidir y menos, si afecta a un número elevado de personas.
   Si finalmente atienden los postulados manchegos, estarán imponiendo una decisión arbitraria. Considerando incluso que volvieran a percibir un nivel mínimo de precipitaciones, al final del año hidrológico contarían con un volumen que superaría el umbral de las condiciones extraordinarias. Véase pues la incoherencia que predomina en la Confederación Hidrográfica del Tajo. Firmemente, creo que atenderán nuestras peticiones, respaldadas por los Gobiernos autonómicos de Murcia y la Comunidad Valenciana. El negocio de la agroalimentación es uno de los que más volumen económico y empleo generan, por encima de la construcción y otros sectores. Si nos condenan a no poder plantar por la falta de agua, las pérdidas serán desastrosas.
   Pese a que muchas veces lo he recordado, debe quedar claro: los ríos no pertenecen a las autonomías en las que nacen o por las que discurren. Son de todos los españoles.

Eladio Aniorte Aparicio
Presidente de ASAJA Alicante – Jóvenes Agricultores